1 jul 2011

Breves

"No he sido nunca un entusiasta de la humanidad, ni he visto mucho que respetar o admirar en el genus homo; pero mi amor por la flora terrestre era profundo y me nacía del alma. En los vegetales y por los vegetales he tenido la felicidad más alta que la vida puede dar; con respecto al hombre, en cambio, mis emociones han sido más bien como las suscitadas por la rata en el perro."
Edden Philpotts

Roberto Mbata había leído por primera vez esta frase en un libro de texto en su casa. Cuando niño pudo ir algunos años a la escuela hasta que debió partir al frente de batalla. Fue quizá a la edad de 19 o 20 años el momento en que se reencontró con la lectura y volvió a toparse con estas palabras. Claro, ahora madurado por la sangre y los bombardeos, éstas adquirían un sentido menos metafórico. La retórica del miedo nos hace estudiantes más atentos y lectores menos abstractos.

Hay quienes prefieren ver en esta frase una influencia decisiva en lo que luego sería el conjunto de axiomas que constituiría la doctrina de R. Mbata. Quizá algo menos arriesgados, podemos afirmar que efectivamente Mbata habría de llevar adelante una serie de acciones demasiado concatenadas con el principio básico del extracto del libro "El Señor Digweed y el Señor Lumb" de  E. Phillpots como para obviarlo en el análisis biográfico de nuestro lider.

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