28 jul 2011

She

seu corpo de selva
meu braço entre cinzas

outro pedaço de mim
já não é meu

vazio de tanto amor

submersos no meio da cidade
estão os sonhos

fica comigo
até que o sol se ponha
não tenha medo
diga-me cem mentiras
que eu tenho a verdade

vazio de tanto amor
vazio

26 jul 2011

[Pero las transgresiones espectaculares y las provocaciones agresivas pueden ser siempre expresión de una fé desilusionada vuelta contra sí misma]   

Al escuchar esto el lobo mantuvo la pose desfiante pero ya sin gracia, quizá notó lo ridículo de su gesto violento o quizá recordó algo, lo cierto es que depuso su actitud, saludó cortesmente y partió. Como siempre sin dar cuenta de su destino. Estaba atardeciendo, lo vi describir su camino rectilíneo. No tuve opotunidad de saludarle, ni de agradecerle. Con suerte vuelva a verlo, con él nunca se sabe, pero presiento que esta fue su última función.
No gusto de extraer moralejas o mercantilizar las historias en busca de alguna ganancia pedagógica para el lector, sin embargo cuando me pregunten voy a decir que aprendí algo de todo esto, de sus visitas, de sus amenazas, de sus colmillos y de su militante soledad.
Quizá hasta los lobos de vez en cuando sientan miedo, la desilusión puede ser muy peligrosa.

25 jul 2011

hungry like the wolf

Aunque no los quieras ver ellos merodean tu barrio, conocen tu casa, saben de tus diabluras de monaguillo, de tus secretitos y tus rebeldías de aristócrata.
Aunque te den miedo, aunque reces, aunque cuando te vayas a dormir, después de tomar tu té con limón y antes de apagar la luz del velador redescubras lo confortable que es tu camita y pienses en que taparte hasta la nariz te protege de todos los males de la tierra y recuerdes cuando eras chico y tu mamá te hacía caricias hasta que entrabas en sueño, ellos están ahí.
Son el límite, le dan sentido a tu vida de ciudadano sobre-alimentado, pero tus ojos no fueron entrenados para verlos.

Los demonios tienen la mala costumbre de cobrarse las deudas cuando menos lo esperás, que tengas dulces sueños, la tormenta se avecina y la jauría está nerviosa.






21 jul 2011

Lucy decide que es hora de ir a la guardia

No. No doctor. Ya se lo dije, no se las voy a mostrar, no voy a dejar que usted también se vuelva ciego. Usted no me cree, eso es lo que pasa. O piensa que estoy loca o algo así. Pero es como le digo, se lo juro. ¿Qué gano con venir hasta acá y hacerle perder el tiempo? Sí. Sí. Ok, bueno sí, tiene razón, entiendo que, como médico, si vengo con una consulta tiene que revisarme, pero bueno entiéndame a mi también, que no quiero que termine como los demás. No, no se me ocurre de otra manera. Bueno, pero a dónde más iba a ir, ¿al podólogo? No, no me estoy haciendo la graciosa. No. No. No, discúlpeme, perdón. Pasa que esto está empezando a ponerme un poco nerviosa, sabe. Ya es la séptima vez que me pasa. Sí, siete veces. Sí, todos ciegos, pobrecitos. Y, la verdad es que nunca llegué a preguntarles. Cuando sucede siempre se alteran un poco. Tampoco es que los culpe por eso. Creo que a mi también me daría un poco de angustia si me pasara algo así. Pero bueno, tampoco es que la esté pasando bomba. Yo también sufro desilusiones, me entiende, ¿no? Pero bueno, eso sí quizás es algo más para un psicólogo, ¿no le parece? ¿Doctor? ¡¿Doctor?! Doctor, ¿me está prestando atención? No. Le estaba contando como esto también me afecta mi. Ajá. Sí. ¿Cómo? ¡Pero si ya le dije que no voy a dejar que me revise! Sabe qué, a mi me parece que lo único que a usted le interesa es verme las tetas. Y la verdad es que creo a esta altura merece que se las muestre. Así termina como los otros. Pero por suerte para usted, para mi edad soy una mujer muy responsable y madura. Así que le agradezco por su tiempo Dr. Carvalhi, pero la verdad es que tengo cosas mucho más importantes que hacer que andar por la ciudad encegueciendo a médicos asquerosos. Buenas noches.

15 jul 2011

(donde el viento viene a aullar)



Todos estamos esperando el desguace, hay quienes lo hacen de una forma digna y tambien están los otros. Quizá todo se trate de eso.

9 jul 2011

Ser un perdedor está de moda

¡¡¡Ser un perdedor está de moda!!! ¡Sí! ¿Pensabas que hacían falta abdominales de acero para ganarte una minita? ¡Pero qué equivocado estás! Ahora, en los albores del siglo XXI, con tu físico medio fideo cocido, medio escarbadiente de fonda, ¡alcanza! Y no sólo es que alcance. No. ¡Al contrario! Cuanta menos actividad física denote tu escuálido cuerpo, ¡¡¡mejor!!! Sí, ¡es así! Pasó el tiempo del éxito para unos pocos, el sexo para unos elegidos. Ahora, en los inicios de esta nueva era, podés “ser vos mismo”. Es más. No sólo podés ser vos mismo, ahora, cuanto más feo seas, ¡¡¡más probabilidades tenés de ponerla!!! ¡Sí! ¡Este es nuestro glorioso presente! Tu acné, tu pelo naranja fluo, esa timidez que ni siquiera te decirle la hora a un miembro del sexo opuesto, ¡todo eso ahora son herramientas en tu favor! ¿Tenés una nariz grande y torcida? Quedate tranquilo, ya tenés un espacio en las campañas de Sprite y 7UP para los próximos cinco años. ¿Sos culón? No te preocupes, Personal y Movistar te ficharon, ahora tiene onda aceptar “cachas grandes”. ¿Te sabés de memoria todos los diálogos entre Leia y Han Solo en la primera trilogía de la Guerra de la Galaxias? Bueno, no hay mucho más que decir: hoy en día, entre vos y Dios hay sólo un grito de Chewbacca de distancia. Sí, ¡si hasta nos permitimos chistes pelotudos como el de recién! Así que, ¡atención loser empedernido! ¡Dejá tus historietas, el aeromodelismo, tu representación de Mongolia en el simulacro interescolar de la ONU y salí de tu casa!

1 jul 2011

Breves

"No he sido nunca un entusiasta de la humanidad, ni he visto mucho que respetar o admirar en el genus homo; pero mi amor por la flora terrestre era profundo y me nacía del alma. En los vegetales y por los vegetales he tenido la felicidad más alta que la vida puede dar; con respecto al hombre, en cambio, mis emociones han sido más bien como las suscitadas por la rata en el perro."
Edden Philpotts

Roberto Mbata había leído por primera vez esta frase en un libro de texto en su casa. Cuando niño pudo ir algunos años a la escuela hasta que debió partir al frente de batalla. Fue quizá a la edad de 19 o 20 años el momento en que se reencontró con la lectura y volvió a toparse con estas palabras. Claro, ahora madurado por la sangre y los bombardeos, éstas adquirían un sentido menos metafórico. La retórica del miedo nos hace estudiantes más atentos y lectores menos abstractos.

Hay quienes prefieren ver en esta frase una influencia decisiva en lo que luego sería el conjunto de axiomas que constituiría la doctrina de R. Mbata. Quizá algo menos arriesgados, podemos afirmar que efectivamente Mbata habría de llevar adelante una serie de acciones demasiado concatenadas con el principio básico del extracto del libro "El Señor Digweed y el Señor Lumb" de  E. Phillpots como para obviarlo en el análisis biográfico de nuestro lider.