22 abr 2011

Rock & Roll

A Los Colores Puros de la Pradera de Winsterhead le adelantaron las regalías de lo que debería ser su segundo LP, pero la jugada de Andrew Dwells, director de Shakedown Records, ha salido desastrosamente mal. Ahí está Edwin James, voz de la nueva promesa psicodélica, durmiendo sobre un charco de vómito en un rincón. Barry Matthews, del quien sólo podemos ver su culo peludo, tiene la cabeza metida en el bombo, y los hermanos McGeen en este instante están tirando la guitarra y el bajo del estudio en un lago a 25 millas de distancia.
El cerebro de Dwells es un infierno, una calculadora demencial que da rojo y rojo y cada vez más rojo. Le pide a Gwen que abra su boca y le muestre su lengua: roja también. Lo perdí todo mi amor, Shakedown Records se va a la ruina, por el inodoro, puse todo lo que había y ya lo gastaron todo y lo único que tengo son 3 horas de basura. Andrew apoya su cabeza sobre el regazo de su esposa y ella pasa sus manos por su pelo castaño. Y encima Seth dice que se enamoró de una de las groupies que trajeron y que se van a ir a vivir a Ibiza, ahora decime, ¿de dónde voy a sacar un sonidista como Seth?, él era la marca registrada de nuestro sonido. Andy suspira y cierra los ojos mientras Gwen continúa sus caricias. No lo puedo creer, encima se nos fue Seth. ¿Dónde encontraré un sonidista como él?

18 abr 2011

Otra vez ese maldito lobo. Cuando parecía que no molestaba más, aparece de vuelta, aullando debajo de mi ventana. Y eso que no llegó el invierno todavía.

Estuve masticando una vieja idea: volver a Dresden. Solo que esta vez no desde la radio de un B-17 a 6.000 metros de altura, sino ya de vuelta en Inglaterra, a través de una carta de un piloto de la Fuerza Aérea Real para su madre. La misiva contendría una desesperada defensa del bombardeo de parte del joven aviador, quien lucha contra la culpa, e intentaría reflejar lo que yo creo que quizás son las sensaciones de angustia y contradicción y espanto y asco de recibir la orden de soltar 3.400 toneladas de bombas sobre una población humana. Sin embargo, ahora no puedo realizar esa tarea. Vi un video del ataque, filmado desde un avión, el cielo, y nunca la palabra cielo perdió tanto su significado, ni se oscureció de una manera tal que ni siquiera podría llamarse noche, sino la nada, el fin, lo inerme. Quedé sensibilizado, horrorizado y decidí que no quería escribir esa carta (aunque, por suerte, de alguna manera logré hacerlo de esta manera).

También tenía ganas de subir un dibujo de Diego Parés de una muy sensual Eternauta que sin ninguna duda le pasa el trapo a Solano López y al Eternestor, pero ahora, al igual que a mi pobre piloto atormentado, me invadió una profunda sensación de culpa. ¿Un dibujo de una mujer semidesnuda después de sumergerse en las atrocidades y espanto de la guerra? Bueno, ¿pero no será una manera de espantar a la muerte? (¿No me ganaré el repudio del sector feminista?) Ok, la publico nomás. Me estoy volviendo cada vez más viejo, no obstante sigo aborreciendo el homicidio y amando la vida.

5 abr 2011

¿Lobo estás?

El amor es una de las formas más sinceras del suicidio
                                                                                                   Lobo