22 sept 2010

tu dios jugará a los dados, pero el mio se mató jugando a la ruleta rusa hace ya bastante tiempo

11 sept 2010

Un marrano

Pablo de Santis de Santis es un cerdo, un cochino. Pero le va bien.
El verano pasado, en el Buquebús a Colonia, le dijo a su esposa Mi amor, espero que aproveches bien este viaje, porque va a ser el último que haces conmigo. Cuando regresamos me separo.
La pareja pasó dos semanas en Punta, ella llorando, él tomando Sol, y, una vez de vuelta en Buenos Aires, Pablo pidió el divorcio.
Cree que fue muy generoso al dejar que Martina pase sus últimos días con él en el Este. Le gusta el lugar y sabe que a ella también. Cuando piensa en ese último regalo, una sensación de calidez se extiende a lo largo de su cuerpo.
Pablo es un hijo de puta. Lo digo porque lo conozco y de cerca. Pero zafa y cuando se acuesta, duerme en paz.

2 sept 2010

Many miles away

El Jefe está cansado, mira solo a través de la ventana la simpleza y pulcritud de cientos de manos ordenadas por el rigor de las tareas. Su escritorio tiene una espléndida vista del hormiguero.Los mira uno a uno, los selecciona, los estudia y divide.

Ellos están embargados en sus labores, cabezas gachas-manos atentas, muy de vez en cuando alguna mirada peregrina cruza la bancada en la cual están dispuestas las máquinas, tan sólo para corroborar que no hay complicidad, cabezas gachas-manos atentas, mirada que como un aguila hambrienta escudriña y vuelve a su nido sin ninguna presa, sin sustento, hambrienta. Las máquinas giran y hacen relucir sus engrasados cuerpos con la luz de los tubos fluorescentes, gimen un extraño canto metálico que poco a poco arropa al gran galpón.