15 sept 2012

Gastar mis zapatillas

Me encanta gastar
mis zapatillas azules.

Son resistentes
terriblemente cabezaduras
que recién ahora
se están ablandando.
Las tengo hace años
y es más en estos meses
que parece que yo las uso
a ellas y que ellas no
me usan a mi.

Son como tanques
de zapatillas, con una
estructura sólida
en particular en la zona
del talón. Me parece
que hechas con buena
materia prima, aunque
no soy ningún experto
en el tema y especulo
con esto por el tiempo
que llevamos juntos que
ya es bastante.

En un momento
me peleé con ellas,
testarudas, tercas
inquebrantables.
¿Por qué no sucumben
ante mi firme y veloz
marcha cotidiana, carajo?
Además casi botitas,
ni Topper ni zapatillas
para correr, sino
extraterrestres para mi
universo de calzado.

Pero ahora
cedieron a mis
seductores y aplastadores
pies que parecen un poco
planos o yo me estoy
transformando con ellas
y me estoy volviendo
casi indestructible como ellas
o quizás estoy un poco
más sensible
y ellas felizmente también.

Creo que mis zapatillas
durarán años y
muy posiblemente serán
pasadas de generación
en generación.
Pero mientras tanto,
antes de entrar en cálidas
fantasías del futuro celeste
como el cielo bonito,
las veo en el piso a la
mañana cuando me cambio
y nos siento cómplices.

11 ago 2012

'Cause I've got to have faith

"El hombre que no se haya enajenado por completo, que siga siendo sensible y capaz de sentir, que no haya perdido el sentido de la dignidad, que no se haya 'vendido' todavía, que aún pueda sufrir al ver sufrir a los demás, que no haya adoptado enteramente el modo existencial del tener; en suma, el hombre que sigue siendo hombre, que no se ha convertido en cosa, no puede por menos que sentirse solo, impotente, aislado, en la sociedad de hoy; no puede evitar dudar de sí mismo y de sus convicciones, si no de su cordura; no tiene más remedio que sufrir, aun si puede vivir unos momentos de gozo y lucidez desconocidos para sus coetáneos 'normales'. No será raro que padezca una neurosis derivada de su situación de hombre cuerdo en una sociedad loca, una neurosis distinta a la más corriente del hombre enfermo que quiere adaptarse mejor a una sociedad enferma.

De Del Tener al Ser de Erich Fromm


5 jun 2012

Cuando estás solo es así

Miraba el largo horizonte del Mar Mediterráneo, quizá esperando alguna señal del Levante. Estaba sentado en una pequeña mesa blanca con un vaso todo transpirado a medias de tomar. Parecía un aperitivo, junto a él tenía una silla vacía. Camisa abierta hasta el pecho y rigurosos anteojos oscuros. El bar era otro de tantos sobre las costas de Almeria. Algo lejanas se escuchaban las olas rompiendo abajo, en la base del acantilado.

Habían pasado más de 6 días desde el 20 de noviembre de 1975, sin embargo los diarios no paraban de hacer referencia a la muerte del "generalísimo". El clima general era de estupefacción, se percibía una mezcla de alivio y tensión, como si una amenaza rondara el país, como si los viejos espíritus de los republicanos y anarquistas hubiesen vuelto a asustar a la señora de la casa, ahora ya más vieja y más conservadora y con hijos más atentos a la moda internacional.

Él terminó el aperitivo de un sólo sorbo, dejó el dinero sobre la mesa y caminó rumbo a un Opel Kadett rojo casi nuevo, tenía chapa belga. De los pocos que estaban en el bar captó la atención de una joven sentada con su pareja. Ella lo miró de arriba a abajo cuando pasó a una mesa de distancia. El muchacho que estaba con ella percibió ese gesto; entre romántico y celoso la tomó de la mano para recuperar su mirada. El auto levantó algo de polvo hasta encontrar el pavimento gris de la ruta A-70.


12 ene 2012

super lover boy

En un mundo de exageraciones elefantiásticas, inflación de sensaciones, sobre-exposición de miradas, yuxtaposición de verdades a medias o mentiras dobles donde todos ya han impreso y re-impreso sus historias, donde se serializó el amor y se codificó el deseo, donde todos quieren más y más y más, todavía hay esperanzas, pero nadie las escucha.